La clínica inicia su andadura allá por los años 60 del siglo XX de la mano de José García Pérez, practicante titular de Torrent. En aquella época la clínica estaba constituida por apenas una habitación en el domicilio paterno de José García y su esposa, Carmen Tuset, le asistía en las labores de auxiliar. La buena labor de José García llevó su clínica de podología a ser un referente en la población de Torrent.

Más tarde, su hija María José García, habiendo terminado su Licenciatura en Medicina y Cirugía colaboró con su padre en la clínica de podología, pudiendo aprender de él gran parte de sus conocimientos.

Finalmente, María José cursa también la Diplomatura en Podología y toma las riendas de la clínica, que toma el nombre de Clínica de Medicina del Pie María José García. A partir de entonces el local de la clínica pasa a ser de uso exclusivo para la profesión podológica, estando constituida por dos salas de atención a los pacientes, recepción, sala de espera y taller.

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